jueves, 27 de febrero de 2014

Scorsese y literatura: pasión de cine



La pasión del director neoyorquino por la literatura se remonta a hace medio siglo
Hoy, 13 de sus 24 películas son adaptaciones literarias entre las que están sus principales éxitos
Desde 'Toro salvaje', pasando por 'La edad de la inocencia' y 'Uno de los nuestros', hasta 'El lobo 
   de Wall Street', con 5 candidaturas este año

Martin Scorsese da instrucciones a Margot Robbie y a Leonardo DiCaprio en el rodaje de 
'El lobo de Wall Street', basada en la autobiografía de Jordan Belfort.
Lo ha vuelto a hacer. No lo puede evitar. Martin Scorsese sabe que la mejor pareja para su pasión cinematográfica es la literatura. Un romance literario que el director ha confirmado en 13 de sus 24 películas. Y ellas son las que han asegurado su nombre en la historia del cine, desdeToro Salvaje, pasando por Uno de los nuestros, hasta El lobo de Wall Street, por la que ha obtenido cinco candidaturas este año. Solo dos clásicos suyos no están basados en libros: Malas calles y Taxi driver.
Scorsese (Nueva York, 1942) siempre ha sido un gran lector. De esos que a medida que leen el libro crean un mundo en su cabeza bajo sus propias coordenadas. El lugar donde se suele quedar en la gran mayoría de las personas. Salvo en los artistas si recurren a ellos como fuentes de inspiración. Es el caso del director neoyorquino que al trasladar dichas obras al cine lo que adapta es otra obra, la suya, la de Scorsese, con tal fuerza de voz que eclipsa la del autor original del libro. Aunque hay otra excepción: La edad de la inocencia, de Edith Wharton.
"La fuerza de la voz de Scorsese en las adaptaciones es tan fuerte y genuina que eclipsa la del autor original del libro"

Un paneo por esa relación literatura y cine muestra lo mejor de Scorsese: Toro salvaje (1980), El color del dinero (1986), La última tentación de Cristo (1988), Uno de los nuestros (1990), El cabo del miedo (1991), La edad de la inocencia (1993), Casino (1995), Al límite(1999), Gangs of New York (2002), El aviador (2004), Shutter Island(2010), La invención de Hugo (2011) y El lobo de Wall Street (2013). Incluso Infiltrados, que no es un libro, podría encajar aquí al ser unremake basado en otro guion.
Ese romance de Scorsese con la literatura ha cumplido medio siglo. Se remonta a 1963 cuando el joven Martin lee el primer libro de los que habría de llevar al cine, aunque no fuera su primera adaptación cinematográfica. Se trata de La última tentación de Cristo, de Nikos Kazantzákis, que llevaría a las pantallas 25 años después. Es una deuda que tiene con los jesuitas porque al ser rechazado por su universidad él se va a la de Nueva York a estudiar Literatura Inglesa, de donde pasa a los estudios cinematográficos de la misma.
"En 1976  cae en sus manos el primer libro que llevaría al cine: Raging Bull. My Story: la autobiografía del ex campeón de boxeo Jake La Motta. Aunque pocos se acuerdan de ella, sí saben de la existencia de Toro salvaje"

Pero es en 1976 cuando cae en sus manos la primera obra que llevaría al cine: Raging Bull. My Story: la autobiografía del ex campeón de boxeo Jake La Motta. Aunque pocos se acuerdan de ella, sí saben de la existencia de Toro salvaje -con De Niro y guion de Paul Schrader y Mardik Martin. En aquellos días le regalan La edad de la inocencia, que guarda casi sin abrir, predestinada a ser su más fiel adaptación sobre la novela de Edith Wharton. Por entonces también intenta adaptar La última tentación de Cristo pero el proyecto termina en una gaveta por orden de la productora.
Su siguiente encuentro con la literatura es en 1984 cuando Paul Newman lo invita a dirigir El color del dinero, novela de Walter Tevis. Tras dudar, por tratarse de una continuación de El buscavidas,protagonizada en 1961 por el mismo Newman, acepta y en 1986 estrena el filme. Dos años después logra hacer realidad la versión de La última tentación de Cristo, lo que genera una gran polémica al contar la historia de un Jesús enamorado de María Magdalena.
Joe PEsci, Ray Liotta y Robert de Niro, en 'Uno de los nuestros'
En medio de ese ruido llega a sus manos Wise Guy, de Nick Pileggi, destinada a llamarse en el cine Goodfellas o Uno de los nuestros en español, considerada una de sus cimas. Es el reencuentro con dos de sus debilidades: la mafia y Nueva York. Y la tentación de adaptar el libro es casi inmediata. Con el autor hacen hasta 10 versiones cuyo resultado final se estrena en 1990. Es la historia sobre la vida de un mafioso que no es ni pez gordo, ni muy malo después de todo, al que da vida Ray Liotta, junto a De Niro y Joe Pesci.
Dos años más tarde estrena un encargo y lo más comercial en su carrera: El cabo del miedo. Un remake de J. Lee Thompson (1962), basado en el thriller The Executioners, de John D. MacDonald. Al principio dudó, pero el entusiasmo de De Niro por el ex presidiario vengativo que acosa a la familia de su abogado lo contagia.
"La edad de la inocencia es su película más literaria y de las más violentas, según ha afirmado el cineasta, al describir una clase alta neoyorquina de entre los siglos XIX y XX, con asesinos exquisitos que no se manchan un guante pero exterminan psicológicamente a quien osa alterar la armonía familiar"

Más entusiasmo pone en su siguiente filme. En 1993 hace realidad un sueño: una historia romántica con La edad de la inocencia, Premio Pulitzer en 1921 para Wharton. Aunque es su película más literaria es también la más violenta, según ha afirmado el cineasta, al describir una clase alta neoyorquina de entre los siglos XIX y XX, con asesinos exquisitos que no se manchan un guante pero exterminan psicológicamente a quien osa alterar la armonía familiar.
En 1995 regresa al mundo de la mafia, esta vez en Las Vegas. Adapta Casino, de Pileggi, con De Niro de nuevo en el papel estelar. En 1999 crea otra pieza para su fresco neoyorquino:Al límite, basada en Bringing Out the Dead, de J. Connelly, con guion de Schrader y la actuación de Nicolas Cage.
Ya en el siglo XXI su entrega a la literatura será total, entre relatos y biografías. En 2003 realiza uno de sus proyectos más ambiciosos:Gangs of New York, un reportaje de Herbert Asbury de 1927. Después de tres décadas de imaginarlo hace realidad su viaje en el tiempo en busca de las raíces de la violencia de su ciudad y de la corrupción en calles y estamentos públicos. Le dio los papeles estelares a Daniel Day-Lewis y Leonardo DiCaprio.
La vida de Howard Hughes la adapta como El aviador en 2004. Seis años más tarde estrena Shutter Island, novela homónima de Dennis Lehane, para adentrarse en los laberintos de la mente y la locura y jugar con el espectador; en 2010 no se resiste a la novela gráfica de Brian Selznick y adapta La invención de Hugo y viaja a los orígenes del cine, y en 2013 estrena la autobiografía de Jordan Belfort: El lobo de Wall Street. 
Son películas tiene una voz propia, como en la mejor literatura. La estructura suele estar basada en un narrador, alguien cuenta, en primera o tercera persona o de manera omnisciente. Incluso recurre a la técnica literaria, luego usada en el cine, en la cual el narrador o algún personaje del relato se dirige al lector-espectador, y lo involucra en la historia. Busca su complicidad como en los mejores relatos. El último es Jordan Belfort (DiCaprio) y su vida vertiginosa, enmarañada y desbarrancada en la ilegalidad y la corrupción que Martin Scorsese ha recreado al ritmo de los tiempos narrados, escritos, en una montaña rusa, de la primera a la última página; ¡perdón!, del primero al último minuto.


• Por→ Winston Manrique Sabogal 
• Fuente→ El País

• Daniel Serrat » Twitter »  

Altamira: la Capilla Sixtina del arte rupestre reabre sus puertas

Cinco personas elegidas entre una multitud de visitantes fueron los encargados de iniciar una investigación crucial en las cuevas de Altamira, en España, que conserva la colección más grande de pinturas rupestres hechas por el hombre, para decidir si reabre sus puertas al público.



Las cinco personas fueron escogidas de una urna con los nombres de quienes llegaron este jueves por la mañana a la puerta del museo, ubicado en Cantabria, en el norte del país.

La cueva de Altamira es considerada como la "Capilla Sixtina" del arte rupestre.
Fue declarada patrimonio histórico de la humanidad en 1985.
La idea de los directores del museo fue permitir la entrada de estos cinco "elegidos" con sensores que permitan investigar el impacto de las visitas del público en las pinturas, que fueron realizadas por el hombre hace más de 22.000 años.
En 2002, los directivos y el gobierno español habían decidido cerrar el acceso al público debido al daño que estaba ocasionando en los dibujos la respiración de las multitudes que visitaban las cuevas a diario.
Hasta que en 2012 se inició una investigación para determinar con exactitud el impacto de la presencia humana en la que es considerada la Capilla Sixtina del arte rupestre.

La visita


La expectativa este jueves frente a la entrada de la cueva de Altamira era enorme. Miles de personas, muchas más de las esperadas, se agolparon frente a la entrada del museo, ubicado a pocos kilómetros de la ciudad de Santillana del Mar.
Como ya lo habían anunciado las directivas del museo, se sortearían las entradas entre los visitantes. Cinco fueron elegidos.
Dos centros educativos habían llegado más temprano para quedarse con alguna de las entradas, pero al llegar recibieron una pésima noticia: sus estudiantes no harían parte de la selección porque uno de los requisitos para la elección era que fueran mayores de edad.
Durante 37 minutos, los cinco visitantes recorrieron las famosas cuevas donde tuvieron la oportunidad de ver un patrimonio histórico de la humanidad, declarado así por la Unesco en 1985.
Y mientras lo hacían, decenas de sensores monitoreaban los cambios de temperatura y humedad, para ver si en el futuro se podían permitir de nuevo la presencia del ser humano, informó el corresponsal de la BBC en España, Tom Burridge.
Las investigaciones se extenderán hasta el mes de agosto, tiempo en el que se permitirá la entrada de 192 visitantes, con un promedio de cinco personas por semana.


Las joyas de altamira
1 • Sala de polícromos: Es la pieza fundamental de Altamira. Una gran colección de pinturas que dan vida a las más de 170 figuras de bisontes con los que cuenta la Capilla Sixtina del arte rupestre. El techo mide 18 metros de largo por 9 de ancho.
2 • Cola de Caballo: Considerado como el segundo rincón más importante de Altamira. Está decorada con símbolos y máscaras talladas en los salientes de la roca que asemejan rostros humanos.
3 • Sala de la Hoya: Entre diferentes imágenes de cabras y ciervos destaca la figura de un bisonte dibujada con carbón vegetal. La imagen fue realizada con el canto de una piedra de un solo trazo y con un conocimiento de la técnica que a día de hoy aún sigue impresionando al observador más experto.

Descubrimiento artístico

Al frente de este grupo de visitantes selectos estaba la guía, María Luisa, la persona con más experiencia en este tipo de visitas: lleva 41 años trabajando en el museo.
"Estoy muy emocionada. He tenido la suerte de acceder muchisímas veces a Altamira, pero cada vez que se entra se vive de una manera diferente", le dijo María a la agencia de noticias EFE.
Pero la investigación no termina aquí. Estas visitas que se ha determinado como un "experimento científico", continuarán cada semana con cinco personas diferentes, que serán escogidos de las personas que se acerquen a la entrada del museo.
La cueva de Altamira fue descubierta en 1868 por un cazador, pero fue estudiada por el arqueólogo Marcelino Sanz de Sautuola, quien afirmó en 1879 que las obras podrían tener 22.000 años de antigüedad.
Sin embargo, con la teoría evolutiva de Darwin en su esplendor, muchos científicos dudaron que el hombre primitivo tuviera tal capacidad artística y lo calificaron como un descubrimiento falso.
Casi 20 años después, la comunidad científica aceptó que eran pinturas rupestres que problamente pertenecían al paleolítico.

• Fuente: BBC Mundo

• Daniel Serrat » Twitter »